El mycoplasma en aves de corral no es una enfermedad nueva. Existen menciones en libros antiguos de síntomas similares a esta de hace 100 años, generalmente conocida como corisa infecciosa o gripe común. Aunque el único tratamiento disponible en ese tiempo era el sacrificio de las aves.
La enfermedad adquirió el nombre de mycoplasma una vez que el organismo causante fue descubierto. Principalmente el sistema respiratorio en las aves de corral es afectado y la enfermedad se vuelve más común, esparciéndose con el incremento de transporte de las aves. Este organismo no es ni una bacteria ni un virus en tamaño, sino algo intermedio entre ambos, no posee una pared celular pero si cuenta con una membrana plasmática.
Cuatro de las 17 especies conocidas de mycoplasma son patógenas en las aves de corral.
¿Qué tan común es?
Esta es la enfermedad respiratoria más común, es muy infecciosa y es transportada en las prendas y manos de las personas que atienden a las aves, además del equipamiento.
Síntomas
El periodo de incubación, antes de que los síntomas clínicos aparezcan, puede ser de pocos días. Se desarrolla en las aves cuando otros patógenos están presentes como el E.coli o bronquitis infecciosa, o si las aves están estresadas o debilitadas. El mycoplasma en aves de corral puede llevar a la muerte por pasar hambre si es que los ojos de las aves están hinchados o si otras enfermedades están presentes. La respiración ruidosa indica que la enfermedad está presente por un buen tiempo.
Dos tipos de mycoplasma que afectan a las aves son:
- Mycoplasma gallisepticum: Los síntomas pueden incluir ojos llorosos, estornudos, secreción nasal, párpados y senos paranasales hinchados, reducción en la producción de huevos y pérdida y en la ganancia de peso. Este tipo es común en aves de traspatio.
- Mycoplasma synoviae: Articulaciones hinchadas y calientes, además de problemas respiratorios como los mencionados en el punto anterior, y en el borde de los huevos se forman caparazones débiles y descoloridos.
La secreción nasal y las temperaturas frías son un mecanismo protector del organismo por lo que cualquier estornudo depositará gotas que permanecerán infecciosas durante varios días. La transmisión es también a través de los huevos, por lo que cualquier criador debe asegurarse que las aves adultas no se encuentren con ningún síntoma de mycoplasma.
Cuando la secreción nasal es evidente, las plumas parecen manchadas con esta secreción debido a que las aves tratan de limpiar sus ojos y fosas nasales. Hay un particular olor dulce asociado a esta secreción que, a una nariz sensitiva, es perceptible apenas ingresas a un criadero.
Tratamiento
El mycoplasma necesita de un tratamiento sino no verá ninguna mejora. A diferencia de los humanos con un resfriado común, los pollos parecen incapaces de controlar esta infección sin ayuda, sobre todo porque el sistema respiratorio de las aves es tan extenso, con los pulmones y los huesos huecos conectados.
Prevención
Una buena ventilación removerá el amoniaco, este compuesto estimula infecciones respiratorias a la vez que previene la remoción de la mucosidad, en particular en un clima frío. EL vinagre de cidra ayuda a fortalecer el sistema inmune.
Pronóstico
Con una correcta vigilancia y el tratamiento temprano de los síntomas el mycoplasma puede encontrarse en un bajo nivel en las aves criadas en un patio trasero, aumentando así el bienestar de las aves de corral.
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