El término “estrés” se utiliza en biología para describir una serie de cambios fisiológicos y de comportamiento provocados por estímulos aversivos. En 1929, Walter Bradford Cannon describió el estrés como el intento del sistema simpatizante-adrenomedular (SAM) de regular la homeostasis cuando se ve amenazado por una variedad de estímulos aversivos o estresantes. Posteriormente, Hans Selye realizó algunos de sus estudios clásicos sobre la respuesta del eje hipotalámico-hipófisis-adrenal (HPA) a estímulos nocivos y sugirió que el organismo reaccionaba de forma inespecífica a una amplia variedad de estímulos aversivos, principalmente con un aumento de la actividad del eje HPA.
Hoy en CKM Perú mencionaremos cómo el estrés y sus factores afectan a los animales involucrados en la producción pecuaria.
Factores de estrés
Los factores de estrés se pueden dividir en: físicos como el estrés calórico, sociales resultantes de las interacciones con individuos de la misma especie y los relacionados con la manipulación por parte de los seres humanos.
Los factores de estrés tienen efectos aditivos. Esto significa que cuando varios factores afectan al animal al mismo tiempo, la respuesta al estrés resultante será mucho mayor que si el animal estuviera expuesto a un solo factor. Por lo tanto, circunstancias como el destete y el transporte pueden ser particularmente difíciles para los animales.
¿Cómo puede el estrés afectar el rendimiento de los animales?
La respuesta al estrés incluye varios cambios que pueden tener efectos negativos en el rendimiento de los animales pecuarios. Estos efectos incluyen cambios en la función inmunológica, mayor susceptibilidad a las enfermedades, disminución de la ingesta de alimento, inhibición de la liberación de oxitocina y reducción de la fertilidad, entre otros. En esta hoja informativa trataremos el efecto del estrés sobre la susceptibilidad a las enfermedades, la ingesta de alimentos y la rumia.
Función inmune y susceptibilidad a las enfermedades
El estrés puede suprimir la función inmunológica. Sin embargo, las formas en que el estrés crónico suprime el sistema inmunológico son altamente específicas, y sólo algunos tipos de defensa contra la enfermedad se ven afectados. Cuando la respuesta al estrés implica la liberación de glucocorticoides o catecolaminas, la capacidad de los mecanismos inmunitarios celulares se reduce. En términos prácticos, esto significa que algunos trastornos tienen más probabilidades de ser precipitados por el estrés crónico que otros. Estos incluyen las enfermedades infecciosas respiratorias y la infección por Salmonella. Por ejemplo, se ha demostrado que el estrés del transporte aumenta la neumonía causada por el virus del herpes bovino, la neumonía causada por Pasteurella, la mortalidad y la salmonelosis aviar.
La susceptibilidad a otras enfermedades también puede aumentar como resultado de situaciones que pueden ser estresantes. Por ejemplo, varios estudios han mostrado un aumento en la prevalencia de la mastitis en las vacas lecheras como resultado del miedo crónico. Aunque no se conoce el mecanismo exacto que explica este efecto, se ha sugerido que la función de las células podría verse afectada como resultado del estrés y esto a su vez podría llevar a una mayor susceptibilidad de la glándula mamaria a los agentes infecciosos.
Se sabe que el estrés del destete aumenta el riesgo de enfermedades digestivas en varias especies.
Ingesta de alimento y rumia
El efecto negativo del estrés en la ingesta de alimentos ha sido reconocido desde hace mucho tiempo, aunque todavía se debaten las vías precisas que intervienen. Sin embargo, es probable que el efecto inhibidor del estrés sobre el apetito resulte de una compleja interacción entre la leptina, los glucocorticoides y la hormona liberadora de corticotropina (CRF).
Existen algunas pruebas que sugieren que el estrés puede tener un efecto inhibidor sobre la rumia y la ingesta de alimento, a su vez, puede reducir la digestibilidad de los alimentos y, por lo tanto, su rendimiento. Además puede aumentar el riesgo de acidosis ruminal. El mecanismo preciso que subyace al efecto del estrés sobre la rumia no se conoce, pero es interesante destacar que la actividad cerebral durante la rumia es similar a la del sueño, y se sabe que el estrés interfiere con el sueño.
Una de las estrategias para reducir los efectos del estrés en los animales dedicados a la producción pecuaria es la inclusión de inmunoestimulantes.
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